14 dic 2011

Una vez más


Te miro  fijamente y me tildo
Te escucho atentamente, me pierdo entre tus olas 
y me pregunto…

¿Cuántos ojos te habrán observado? cuántos te estarán observando en este mismo instante?
¿cuántos se habrán obnubilado?
¿Cuántos secretos estarás guardando?

Suspiro y  me siento acompañada por el rugir de tus olas, comprendida por tu cambio constante y privilegiada por verte menear y brillar .


Al rato mi mirada se desvía hacia tu arena desolada que dia a dia barre las cientos de huellas pisadas, pasadas…
y me pregunto…

¿Cuántos habrán caminado horas y horas eternas en busca de tus consejos?
¿Cuántos habrán pisado esa misma huella?
¿cuanta recarga emocional puede haber en cada pisada?
Serán de aquellos con mochilas pesadas que deambulan en busca de consuelo,
de aquellos enamorados que de la mano caminan sellando algún pacto de amor,
o  de aquellos que te recuerdan y te vienen a visitar simplemente en busca de esa calma, en busca de tu silencio...

Cuando dejo de lado tu mar, tus olas, tu arena  y tus huellas, 
me pierdo en aquel barco tan fuerte amarrado  como si tuviese miedo de desprenderse una madrugada de invierno...
y me pregunto aun…

¿Hace cuanto habrá anclado?
¿Pensará quedarse toda la vida pensando? ¿Esperará quedarse toda la vida esperando?
 ¿Estará planeando su fuga?
O,  simplemente vino para quedarse abrazado a tus gigantescos brazos de mareas revoltosas…
Pues me pregunto si alguna vez algo me amarrará tanto a vos…

Entonces decido no distraerme ni perderme más 
porque  tus olas celosas me piden con fuerza que les preste atención, 
y mientras el sol me guiña el ojo, yo me voy adormeciendo, 
escuchando tus latidos, en paz...
una vez más.

14 nov 2011

Impotencia por no poder evitar lo inevitable
Angustia por no poder retocar la escena una y mil veces para evitar eso...
lo inevitable
Felicidad al ver que mis palabras sirven de consuelo,
Ternura al sentir que mi compañìa te hace bien, cuando veo que te hago bien
aunque no pueda evitar eso...
lo inevitable
Pero porque te quiero es que volvería a intentar de inevitar eso
lo evitable
para volver a verte sonreir

ojalá tuviese ese poder
ojalá algún dia desde el más allá lo consiga...
Ojalá!

8 nov 2011

Blanco y negro


Todo y nada

Amor y odio

Soledad y ahogo



Blanco o negro

Todo o nada

Soledad o ahogo



Blanco

Todo

Amor

Soledad

6 nov 2011

TARDE NARANJA

Y me quede esperando


creía que no era real

aquella tarde naranja

aquella despedida eterna y naranja

el diluvio que brotaban de mis ojos

y vos te alejabas

cai al suelo arrodillada y me quedé espiándote

y empecé a ver borroso

cada vez era todo más borroso

porque ya estabas lejos

porque las lagrimas me enceguecieron

y como por arte de magia las cosas suceden

y no te vi mas

tarde naranja inolvidable

tarde eterna y naranja

la luna vos y yo

la luna y yo

y luego yo sola

nuevamente sola para siempre

3 nov 2011

La sonrisa que mira

La mirada que ríe

Los oídos que huelen

Y la nariz que escucha



Las manos que no amarran

Los pies que dibujan sobre paredes de adobe

Los pulmones que juegan al enfermero

Y el corazón que tararea boleros



La sonrisa se quedó ciega

La mirada ahora llora

Los oídos, hablan sin parar

Y la nariz se descostilla de risa



Las carcajadas tienen hambre

La boca sed, y nadie escucha.

En realidad, nunca deje de escribir, siempre las palabras estuvieron relacionadas conmigo en todo momento. Toda imagen es para mí una prosa. Cosa que veo, cosa que la imagino escrita o viceversa. Claro que muchas veces no hay palabras para describir una situación, por magnifica o desagradable que sea, y otras veces unas líneas son irreproducibles en imágenes. Así de absurda es la vida.


Me parece increíble lo que me produce leer mis manuscritos, tachaduras y machetes viejos, muy viejos. Es una sensación única. Siempre que los releo recuerdo el momento y la sensación y hasta el sentimiento que habitaba en mí. Lo que sucede cuando las vuelvo a leer es gracioso, porque lo veo desde otra perspectiva pero en el fondo, el planteo es el mismo, las dudas existenciales siguen estando, quizás ya algunas un poco resueltas pero otras no tanto y algunas que ahora están antes ni estaban o al revés. Yo también entonces soy absurda, como la vida misma. Eso creo.

Reír, bailar, fluir, soñar, amar, sentir, disfrutar y vivir. Creo que si a cada palabra le pongo un símbolo de más (+), el resultado da: vivir. Si un factor de estos le faltara a mi vida, estaría con un déficit importante. Entonces llegue a la conclusión de que es la sumatoria de estas palabras lo que causa en mí, la felicidad.

Que seria de mí sin la risa, sin mi sonrisa, sin la alegría constante y el humor de poder tomarme las cosas bien, ser positiva. La realidad es que me es nato ver las cosas así. No me esfuerzo en que esto suceda, pero sucede como por arte de magia. Nada me parece tan grave, nada es tan terrible. NADA.
Bailar, bailar es lo más lindo que puede experimentar una persona. Sea a oscuras y a solas con un parlante a todo volumen o unos auriculares. El moverse al compas de la música y entrar en trance es la sensación mas placentera que uno puede y tiene que experimentar y disfrutar. No hace falta hacerlo mal, o bien, si no, hacerlo. Moverse, moverse como si fuese el último día de nuestras vidas que pudiésemos bailar. Esa música que te hace vibrar, que te hace levantar de la silla de un salto o mover los dedos mientras la escuchas de lejos, esa música es la que a uno por alguna razón lo hace enloquecer, y hay que bailar. Pura actitud. Bailar, bailar en la vida, y reírse bailando. Nunca vi una persona bailando seria. Nunca en mi vida. Es que el bailar ya de por si creo que produce adrenalina y la adrenalina excitación y la excitación una mueca, y la mueca se transforma en una sonrisa, así en un segundo, la cara se transforma.

Ojala mi vida y las cosas fluyeran como la música, como el bailar. Ojala pudiese dejar realmente que todo fluya en mi vida como tenga que fluir, no forzar nada ni a nadie y que suceda lo que tenga que suceder. Si el bailar no es fácil, el dejar fluir las cosas creo que es un tanto más complicado. Siempre uno quiere que las cosas se nos den ya mismo y no dejamos ni tiempo para que el universo reciba ese grito desesperado y comience a trabajar con nuestro deseo. Tiempo, maldito tiempo. Siempre el tiempo esta metiéndose en el medio, pero hay que dejarlo interactuar, y actuar.

Si dejásemos que las cosas fluyeran, comenzaríamos a tener más tiempo para pensar, y esas energías, lo podríamos usar para crear, para inventar y soñar. Y soñando es como empezamos a amar la nada o el todo, empezamos a soñar que amamos y que nos aman y ese amor se vuelve real, comenzamos a sentir. Hace no mucho, realmente no sabia si sentía. No sabia donde estaba mi corazón y si estaba, por que no lo sentía? Que feo, recuerdo preguntarme para mis adentros si estaría muerta. Es que no podía entender como tal o tal situación no producía efecto en mí. Y a veces pasa, pero a veces pasa todo lo contrario. Lo absurdo de la vida. Sentís cosas loquísimas cada dos segundos, sentís partes fisiológicas que ni sabias que existían, dolores o retorcijones en músculos u huesos que ni sabes de donde vienen. Y uno se cuestiona que es, si es amor, miedo, odio, bronca, ganas, desganas, depresión, amor, aburrimiento, cansancio e infinitas de posibilidades de acuerdo a cada síntoma o dolor o satisfacción, placer. Moraleja: escuchar no solo el corazón, si no el cuerpo.

Enjoy, Carpe diem, disfrutar…disfrutar todo, el camino, el proceso, el momento, cada situación, cada charla, cada aprendizaje, cada carcajada, cada película, cada minuto y segundo de nuestras vidas. Ser conscientes de todo lo que hacemos.  Siempre uno lee la típica frase “disfruta cada momento como si fuese el ultimo” o “mañana te puede tocar a vos”…uno las lee y las deja pasar. No es consciente de que realmente mañana nos puede pasar algo, no? siempre es al otro, a mi no…y si es a mi? Se me vienen mil imágenes en un segundo desde el accidente hasta el entierro. Veo caras conocidas alrededor de mi tumba y yo queriendo gritar y volver a vivir…eso, vivir, entonces…hay que vivir, hay que vivir vivos, no muertos, no dejar que nos pase la vida por encima, abramos los ojos, abrámoslo! Perdamos menos tiempo en esas tantas tonterías en las que solemos enroscarnos, en los mambos de la gente, en las energías de otros que no se entrelazan con las nuestras, en porque yo tengo que pasar por esto y no vos.
Todo esto es lo que pienso dormida o despierta. Que tan importante es el éxito si mañana me pasa algo, que queda de mi? De mi vida, de mi gente, que huellas deje yo como persona en vos si me dedico a vivir de esa manera? Equilibrio, eso, equilibrio es la palabra que le faltaba a mi filosofía de vida. Es mi meta encontrar ese equilibrio, ese gris. No creer en todo o en nada ni ver las cosas en blanco o en negro. Equilibrio, eso.
Al final y al cabo, let it be…otro rastro sellado en mi piel, otra señal de lo que quiero gritarle a todo el mundo de una vez por todas, o a mi, o a mi yo interno: “déjenlo ser, dejenlo fluir, que sea lo que sea, todo fluye, vos seguí, seguí que todo tiene sentido!” Así estoy ahora, fluyendo en la corriente. A veces me meto en un remolino violento, otras me asomo y veo la orilla pero las olas me tiran para atrás pero sigo y sigo por que si vi la orilla, allá voy a llegar…a esa orilla, hacia allá voy!

Solo por hoy



Desearía fervorosamente que intentes leerme...que intentes leer mi mente e intentes juntar aquellas letras desparramadas y puedas hacerlas canción. Que suene esa melodía celeste con mis palabras. Que las palabras en-tre-cort-adas al menos tengan algún significado. Que las palabras mudas...que las palabras mudas hagan los agudos y las más graves bajen un poco el tono, un poco nada más.

Desearía que las palabras incomprensibles, sean comprendidas. Que las dulces toquen el piano hasta el amanecer y que las grotescas se ocupen de la batería pero solo en alguna que otra canción. Y de fondo.

Desearía que se transformen en un ensamble asombroso.

Desearía que se puedan capturar aquellas letras escondidas debajo de la cama, debajo del sofá, debajo de mi almohada, aquella almohada que muchas noches padeció la ausencia, pero que muchas otras me tapó la carcajada y me hizo alguna mueca un tanto sarcástica e irónica.

Desearía que todas pero todas formen parte de ese gran poema. Si, que se transformen en un inmenso papel manchado de palabras hermosas y absurdas y que nadie alcance a leerlo en una sola noche ni en veinte tardes soleadas. Que nadie lo comprenda, solo mi mente y vos. Seamos egoístas una vez. Solo una vez.

Lo irreal puede ser real



Había sido tan perfecto el sueño, era todo tan real, que se levantó de un brinco como de costumbre pero al instante se volvió a recostar, solamente para poder retomar el sueño. No lo lograba…cerraba los ojos, se esforzaba pero sólo conseguía traer a la mente imágenes cotidianas, nada que ver con lo fantástico que había presenciado hacia minutos u horas.


Agarró su cuaderno, ya manchado de palabras sueltas, húmedas pero vivas y pudo volcar una serie de fotografías que había conseguido congelar en su retina luego del sueño. Una de ellas resaltaba más que ninguna otra, pero no lograba captar con exactitud si había en esa imagen alguna especie de metamorfosis típica del mundo onírico pero no, no era una opción: era ella, al menos así lo creía. Revolvió su casa entera para encontrar sus cajas con recuerdos, removió todas las fotos viejas y actuales pero no encontró ninguna que se asemejara a esa sonrisa resplandeciente, ninguna ni cerca de parecerse.


Cerró el cuaderno, lo guardó en su cartera y salió a la calle para agilizar. Ella siempre tenía algún juego desatinado y absurdo que la entretenía, que la mantenía enérgica.


Además de vivir en el mundo platónico inteligible; además de enamorase en silencio y de creer fervorosamente que algún día un principito lograría encontrarla, cuidarla y amarla tanto como a una flor; además de jugar con los duendes que según ella la visitaban todas las noches y no la dejaban dormir, fue ideando de a poco un mundo paralelo recóndito en su guarida. Su vida era una novela, y cada capítulo contenía un suspenso eterno que ni ella lograba ni quería concluir. Así y todo, dejaba atrás los prejuicios de la gente, ya no tenia tiempo para perder en esos asuntos tan banales e insignificantes. Sólo se preocuparía por mantener a un puñado de su gente cerca, sólo un puñado, no necesitaría más. Ahora bien, lo único que le importaba en demasía era sentir que aquellos eran sus cómplices. ¡Como insistía con esa palabra! De todas maneras no dejaba de ser amable con los vecinos, con los mismos duendes nocturnos y con sus enemigos.


Recorrió muchos bares de Buenos Aires hasta que se decidió, por uno. Suspiró y se sentó atolondrada. Según ella hay bares y bares en la ciudad, de todos los estilos y para diferentes estereotipos, solo dependería de su ánimo el bar que elegiría. Y ese día, se decidió por aquel que la remontaba al típico bar de ruta, con mesas de plástico al aire libre, con gente amable que servía y lo infaltable: un buen ángulo para mirar a todos los personajes yendo y viniendo. Éste por ejemplo era otro de sus juegos preferidos. Pues podía pasarse días enteros en la misma silla, fumando, tomando cerveza, y jugando a adivinar la vida de la gente. Se imaginaba sus vidas, sus alegrías, sus desgracias, y generalmente se sorprendía de no ver a solos o solas en alguna mesa disfrutando de esa soledad que a ella tan bien le hacía. No podía evitar alguna que otra mueca sarcástica y ya no pretendía que las cosas cambiaran porque le enorgullecía sentirse única: única en el bar, única con su manera de pensar, única con su manera de amar la vida y de odiar por momentos al ser humano, aunque lograba darse cuenta con el correr de los días que podría perfectamente vivir aislada pero de esa manera sus juegos se desvanecerían. Entonces tachó esa idea de irse una noche de otoño a algún pueblo fantasma, lejos de la ciudad. Pero aun así en esa lista que tiene guardada y que la lleva siempre consigo, quedan incontables ideas ilusorias pendientes. Le encantaba jugar con la muerte también. Sabia que algún día llegaría ese día y deseaba impetuosamente que el día en que la encontrara, la encontrara brillando. Seguramente por eso se codeaba seguido con los límites o jugaba a planear nuevos desafíos… tal vez…quizás…¡quien sabe!


Aquel sueño había sido una señal clarísima, y ella seguía las señales de la vida, tratando siempre de acatarlas en el momento justo, le prestaba muchísima atención al tema de los tiempos. Así como era puntual para sus quehaceres y encuentros, lo era con las señales, a quienes les tenia por sobre todas las cosas sumo respeto. “Es alguien que nos trae un mensaje, solo tienes que saber leerlo”, solía decir cada vez que alguien no entendía de qué hablaba. Claramente no pasaban desapercibidas por su vida.


Así fue que se detuvo en aquel bar de ruta, pidió para tomar, y su mirada se empezó a perder entre la muchedumbre que rondaba por el barrio. Mientras mordía su birome con un dejo de incertidumbre, no hacía otra cosa más que esperar ansiosa aquel guiño amigo que le indicaría como seguir. Consiguió entrar en trance con sus sentidos y seguiría esperando… no mucho más.


Se enojó con las señales, pronunció todas las malas palabras que tanto amaba y le pidió perdón a la moza que con cierta delicadeza se acercó a la mesa para ver que estaba ocurriendo. “A veces hablo sola”, atinó a decirle, mientras le sonreía falsamente como a quien no le importa ser agradable. Es que se olvidaba de que vivía en sociedad y que debía mantener las formas, y en ese momento las palabras necesitaban resurgir. Siempre era para adentro ese murmullo que mantenía con sus otros yoes, pero esa tarde de invierno tenia tal energía acumulada mezclada con una sensación de pura adrenalina, que por algún lado tenia que salir.


Pasaban las horas y ella seguía allí, los cigarrillos fumados cada vez eran más y la cuenta iba acumulando vasos rotos, botellas vacías, y quinientosmilmillones de perdones dirigidos a la señorita que no hacia otra cosa más que observarla.


De repente una oleada de inspiración le azotó la cabeza y le hizo ver con una cierta claridad el significado de aquella fotografía que con un poco de voluntad propia podría dilucidar a la perfección.


Rápidamente se le ocurrió una idea idiota que terminó por ser una grandeza: cerró los ojos, detuvo el tiempo con su mente, se obligó a pensar unos segundos en él, y se auto sacó una foto con su celular, luego la miró rápidamente como quien está seguro de lo que va a ver e hizo una mueca de satisfacción. Volvió a recordar la fotografía congelada del sueño y si, si...le costaba confirmarlo y aceptarlo pero era él. Y comenzó a gritar “Es él”. La moza se acercó nuevamente ya atónita pero ella se le adelantó, la abrazó, la sacudió y le dijo “Todo cierra, ¿entendes?, es él!”, le dio unos cuantos billetes en la mano, otro abrazo eterno, cerró el cuaderno y se fue corriendo por las calles.


Había sido tan perfecto el día, seguía siendo todo tan irreal…

Menos es más

La minoría a veces es mayoría. Como las cosas a veces parecen grandes y con el tiempo uno descubre que eran muy pequeñas. O algo así. Me creo diferente de tantos otros que se creen iguales a mí, pero los que no son iguales se creen diferentes, por ende somos iguales. Yo pensé que estaba sola y me gustaba esa sensación de soledad, el papel de victima. Pensé que era minoría en mi manera de pensar, de querer, de vivir. Y cada día encuentro a más extraños con mis ganas de vivir y de pensar,  y también de querer. Y de repente me veo rodeada de extraños, que serian iguales a mí, y me desespera, me atormenta. Me gustaba estar sola, sentirme sola, sentirme única. Hasta que me acostumbré a los extraños, a su manera de pensar, de vivir y de querer y vivimos, queriéndonos de una manera extraña. Y única, también.

EL ARTE DE ODIARTE

Odio la gente quejosa que no hace más que contarme sus pálidas  y miserias. Odio la gente que se encierra un día de verano; odio la gente que usa paraguas, odio a aquel amigo que me llama pero que al fin de cuentas es por algún interés propio. Odio ciertas normas establecidas de la sociedad y esa presión social que me hace pensar más de la cuenta sobre el futuro. Odio saber que un día me voy a morir y que ese día puede ser hoy o mañana y aun así, seguir viviendo como si nada, creyéndome eterna. Y odio la gente que muere en vida, la gente que no disfruta  de las simplezas. Odio mi auto eficiencia muchas veces, el creer que todo lo puedo y que todo lo puedo sola. Odio la gente que con su mirada penetrante intenta hacerme sentir mal o inferior, en todo caso, odio sentirme inferior por seres nefastos y envidiosos. Odio las citas a ciegas pero también las típicas luego de una noche de lujuria; odio la gente que se vende constantemente y hace alarde de su supuesta perfección; odio vivir en contra de la corriente, odio la plata, maldita plata que no hace más que provocar más miserias. Odio sufrir por amor y sentir dolor en partes fisiológicas que no sabia que existían. Odio obsesionarme y transformarme en un ser posesivo cuando no lo soy con el resto. Odio ser tan cerrada para amar, odio no poder gritar que lo amo, odio estar esperando siempre una señal, fuckin` señales que me condicionan la mayoría del tiempo. Odio creer que soy la protagonista de una novela romántica y que todos los capítulos son de suspenso. Odio vivir en la realidad de los demás demases, odio la rutina y odio a la gente que odia su manera de vivir y  no intentan cambiarla. Odio la gente que no puede disfrutar de la hermosa soledad. Pero a veces odio mi devoción por mi soledad.  Odio la terapia y que alguien te haga descubrir cuestiones inconclusas de la vida. Totalmente innecesario. Odio querer decir de una vez por todas todo lo que odio, odio tener que odiar y poder hacerlo. Odio odiar, pero si no odiaría todo esto, no sé si podría amar.

7 jun 2011

Trenes inoportunos

Lo vi pasar, lo escuché pero justo en ese instante me senté a escuchar el ensamble fantástico de las chicharras, comencé a pensar una vez más en la nada o en el todo, comencé a viajar y a recorrer el mundo entero en mis sueños y comencé a despertarme en mis pesadillas.

Justo en ese instante decidí encerrarme en el mundo de las hadas y duendes, y comencé a interactuar con ellos cuando el sol se ponía. Comencé a no querer verte en canciones ni escucharte en fotos.

Y justo en ese instante, vos te asomaste, me miraste y me amaste.

Pero justo yo en ese instante no me asomé, no miré y no te amé.

Y cuando decidì no escuchar más a las chicharras, cuando quise no pensar más en nada ni en todo a la vez, cuando decidí no viajar más en sueños y no despertertarme más en mis pesadillas,

justo en ese instante yo me asomé, miré y te amé.

Pero vos…vos en ese instante lo viste pasar, lo escuchaste

Y no te asomaste ni miraste ni me volviste a amar.

Ya era tarde

Ya eras vos el que estabas escuchando a las chicharras y todo lo demás también.




Creí que mis cuestionamientos rebeldes eran típicos de una edad. Crei que era lógico que una adolescente cuasi púber tenga síntomas de inquietud respecto a la vida, la muerte, las flores y la luna. Pero ahora ya no se si me alienta o me desmotiva el seguir todos los días con preguntas sin respuestas, o respuestas mal formadas.

Una vez me dio nostalgia el hecho de pensar que a los 30 años ya no tendría de que escribir. Venia con una vorágine de ansiedad con la escritura que no lograba frenar. Luego hubo un receso que necesite a falta de la inspiración pero de repente me vino esa oleada que tanto me gusta que me hace dejar todo lo que estoy haciendo, sea lo que sea, y ponerme a volcar en una hoja lo que se me cruza por la cabeza.

Que pasa si me pongo un dia , varios días enteros a derrochar palabras en una hoja? Que miedo me da…esto si es para terapia.

fuck-off

Todos queremos lo mismo pero no todos podemos hacer lo mismo. Lo mismo es distinto a veces y lo distinto al fin y al cabo es lo mismo, o algo así.


Quizás pienso que todos piensan lo mismo y que soy yo la que piensa distinto, y cuando pienso que todos pensamos lo mismo pero tejemos mundos tan distintos, pienso que estamos en la misma...algo asi sería.

Tampoco entiendo como nadie se aburre de hacer siempre lo mismo, o se aburren pero no lo dicen? o soy yo? o sos vos? La rutina, la rutina mata al hombre, he dicho. O me mata levemente a mi , o algo así también.

El despertador de las 8, el mismo desayuno de siempre, o acaso algunos tienen tiempo de preparar un menú para cada dia, a las 8 am? El colectivo, el miiiiiiiismo colectivo de siempre, a la miiiiiiiiiiiisma hora de siempre, claro. Caminar esas cuadras odiosas que con frio son insostenibles, los hábitos de siempre mientras las caminamos, el pucho matutino, los auriculares, el fuckin boleto de colectivo que voy acumulando en mi cartera pero, como odio la gente quejosa, voy a pasar al otro plano en el que quiero poner un poco mas de énfasis.

Adoro la psicología, el mundo de la mente, la evolución de la misma y todo lo que eso quiere decir, pero sinceramente odio la terapia, el solo hecho de pensar que me tengo que sentar delante de un extraño y estar obligada a contarle cada detalle de mi vida, me deprime, me aburre, simplemente: no tengo ganas, no me interesa, por ende esos temas oscuros saltan cuando típicamente alguien te dice con un tono superador “ja, a terapia, nena” . A terapia vos hijadeputaylaputaqueteremilpario. Pero…pero…se que el principal tema a resolver mio es que pese a que soy muy feliz,  me pasa que una vez por semana (por lo menos) cierro los ojos y me traslado a otro lado, invento historias,  deliro con poder romper la rutina en ese mismo instante. Me imagino cerca del rio, en una playa, en una montaña o simplemente en la ruta, en el auto con la música que tanto me gusta y al palo. Tampoco pido tanto no? Pero tengo esa necesidad de escaparme de repente de este mundo, después volver y seguir sonriente por las calles pero me pasa eso..Tengo una necesidad constante de romper con todo , sentir esa adrenalina y esa libertad aunque sea un rato. Claro, un rato porque sino…se vuelve rutina y todoooo em pi e z a    o-t-r- a- vez. Como el mundo, la vida, y la mente humana…o algo asi.



Sacate la basura






Siempre te interesaste por “el despertar”, siempre te gustó escuchar esas historias budistas…nunca entendiste a que se refería un gurú cuando hablaba de esto del “estar dormidos” y de a poco, con la ayuda de los años y experiencias vividas, fuiste acatando esas señales que te están ayudando a descifrarlo.

En este paso por la vida deberías vivir un poco mas despierto, un poco mas consciente del alrededor, de nuestro alrededor, de esa basura que entorpece el camino, de esas ramas en el bosque que te hacen parecer torpe, tendrías que correrlas del camino, limpiarlo y seguir andando, andando a tu paso.

Me gustaría que:

Escuches muchísimo menos a los demás…

Que sigas creyendo que la filosofía de vida de los otros no debe ser la tuya y que tu felicidad no depende de nadie más que de vos.

Que intentes saber, con el paso del tiempo, que es lo que te amarra y arraiga a la vida, cuales son las cosas por las que crees que vale la pena estar vivo, preguntate de vez en cuando si lo vale, si vale cada cosa que haces, si suma a tu vida…en cuanto te des cuenta que no te suma, ahí mismo me gustaría que tengas el valor de echarte para atrás, volver a correr a un costado esa rama y que sigas andando.

Que sumes todos los días ingredientes positivos que te hagan crecer, reírte, y BRILLAR. Que sigas experimentando la adrenalina que te provocan ciertas cosas.

También deberías comprender que hay gente que no merece estar cerca tuyo y que ellos por ahí merecen tener a otra gente cerca.

Tendrías que lograr discernir con más exactitud entre lo bueno y lo malo SIEMPRE.

Te diría que escuches menos consejos, que escuches mas a tu taladro interno…que sigas viviendo en sociedad pero creyendo que estas sola en una isla desierta. Creo que de esta forma te podrías olvidar de todo y lograr ser vos.

Cuando volvías de algún viaje te sentías desencajada, vacía con tu nueva rutina, llegabas a renegar de ella y hasta a odiarla. solamente querías viajar, seguir conociendo lugares, gente, seguir experimentando cosas nuevas… hasta que intentaste amar tu rutina y empezaste a vivir como si estuvieses de viaje…una locura que te ayudo a ser feliz…ojala nunca hagas nada obligada y desganada.

Te pediría que estés más atenta a esas personas que realmente logran hacerte sentir bien. Intentá mantenerlas siempre cerca... Que nadie te haga sentir insignificante.

Que sigas amando tu manera de vivir…que creas que la vida es como una carrera donde no tenes que mirar al publico ni tenes que pretender que alguien te aliente o te marque los errores, que intentes no esperar ese aplauso ni ese reto, sino que intentes escucharte , exigirte vos misma sabiendo cuales son tus limitaciones….nadie mas que vos sabe cuales son tus prioridades, tus objetivos, tu búsqueda constante…esa búsqueda de la que siempre hablas, esa búsqueda constante que te mantiene viva, que es tu motor, el querer descubrir todos los días algo nuevo…sentirte en armonía con vos misma.

Te pediría también que no esperes algún golpe duro para aprender alguna lección, si no que esas lecciones de vida las aprendas de las cosas buenas que te suceden.

Te felicitaría si siguieras convencida de que las cosas suceden siempre por algo…que ante alguna adversidad de la vida sepas que por algo tuvo que haber pasado tal o cual cosa en ese mismo momento.. Ni un día antes, ni un día después.

Que cuando estés en una buena racha, aproveches y seas conciente de que no es suerte si no que fue tu convicción la que hizo que todo eso sucediera…de esa manera atraerás mas cosas buenas.

Tuviste momentos en los que te sentiste que te estabas envenenando, en realidad nunca supiste si era por los demás pero así lo creías vos…entonces decidías alejarte de la ciudad como si fuese la solución y en esos lugares tan placenteros y que tanto amaste, te diste cuenta que tus inquietudes eran las mismas…que entonces no había nadie que te envenenaba si no que eras vos la que se estaba auto-alimentando de su propio veneno. y ahí aprendiste que uno es el peor enemigo y que vas a convivir toda la vida con tu otro YO entonces te diste cuenta que te conviene quererte y valorarte.

Me gustaría que sepas que es uno quien controla el tipo de sustancias químicas que se inyecta. Hoy ese veneno que antes te aniquilaba por completo, no existe…el remedio fue la seguridad que lograste con respecto a tus valores y a tu manera de tomarte la vida. El querer llevarte el mundo por delante en todo momento. El plantarte firme ante tus propias palabras y decisiones. Uno puede decir una gran verdad pero si no es convincente cuando lo dice, nadie lo va a creer…así mismo crees que carbura la cabeza. Si vos no crees tus propios pensamientos, la vida no fluye, el agua deja de correr y no sucede nada...entonces ahí es cuando permaneces dormido y esquivando las ramas en vez de sacarlas de una vez por todas del camino. El creer lo que pensas te hace sentir segura, confiada, motivada, y alentada por vos misma, sin necesitar ya mas del afuera. Ahí vas a empezar a disfrutar minuto a minuto hasta de las cosas banales, y mas superficiales y sin culpas…porque va mas allá de todo esto, vas encaminada sabiendo que es lo que elegís día a día…(no creas que el “ir encaminada” signifique que no vas a equivocarte…si no que ya sabes y estas dispuesto a seguir por el camino de la búsqueda, con desvíos por supuesto)

Te exigiría que intentes enamorarte de nuevo y dejes a un lado esos miedos. Que intentes dejarte llevar, que entiendas que no podes tener todo bajo control y que a veces esta bueno caer rendida en los brazos de alguien.

Te obligaría a que jamás quieras convencer a alguien de que te quiera, que por favor jamás estés como un mendigo pidiendo amor.

Ya pasaste esa etapa en la que ibas por la vida como un barrilete en el viento y caías de repente en casas ajenas y no sabías como pararte o moverte, ya paso esa etapa en la que dar un punto de vista te hacia transpirar o creer que te estabas equivocando…ya paso esa etapa en la que esperabas y necesitabas esos aplausos cotidianos…ahora solamente necesitas escuchar tus propios aplausos y desafíos…es así como vas a seguir creciendo y aprendiendo, puff, lo que te queda por aprender de este camino y que sublime es pensar que de uno depende. Entonces volviendo al principio, sos vos el que construye el propio andar…lo difícil no es saber recorrerlo, si no, saber como…recién cuando llegues a ese “despertar” sabrás si el medio, como vos crees…justifica el fin.




12 feb 2010


Yo queriendo no enamorarme, queriendo no sufrir mal de amores.
Vos queriendo enamorarte, queriendo querer amar.