3 nov 2011

EL ARTE DE ODIARTE

Odio la gente quejosa que no hace más que contarme sus pálidas  y miserias. Odio la gente que se encierra un día de verano; odio la gente que usa paraguas, odio a aquel amigo que me llama pero que al fin de cuentas es por algún interés propio. Odio ciertas normas establecidas de la sociedad y esa presión social que me hace pensar más de la cuenta sobre el futuro. Odio saber que un día me voy a morir y que ese día puede ser hoy o mañana y aun así, seguir viviendo como si nada, creyéndome eterna. Y odio la gente que muere en vida, la gente que no disfruta  de las simplezas. Odio mi auto eficiencia muchas veces, el creer que todo lo puedo y que todo lo puedo sola. Odio la gente que con su mirada penetrante intenta hacerme sentir mal o inferior, en todo caso, odio sentirme inferior por seres nefastos y envidiosos. Odio las citas a ciegas pero también las típicas luego de una noche de lujuria; odio la gente que se vende constantemente y hace alarde de su supuesta perfección; odio vivir en contra de la corriente, odio la plata, maldita plata que no hace más que provocar más miserias. Odio sufrir por amor y sentir dolor en partes fisiológicas que no sabia que existían. Odio obsesionarme y transformarme en un ser posesivo cuando no lo soy con el resto. Odio ser tan cerrada para amar, odio no poder gritar que lo amo, odio estar esperando siempre una señal, fuckin` señales que me condicionan la mayoría del tiempo. Odio creer que soy la protagonista de una novela romántica y que todos los capítulos son de suspenso. Odio vivir en la realidad de los demás demases, odio la rutina y odio a la gente que odia su manera de vivir y  no intentan cambiarla. Odio la gente que no puede disfrutar de la hermosa soledad. Pero a veces odio mi devoción por mi soledad.  Odio la terapia y que alguien te haga descubrir cuestiones inconclusas de la vida. Totalmente innecesario. Odio querer decir de una vez por todas todo lo que odio, odio tener que odiar y poder hacerlo. Odio odiar, pero si no odiaría todo esto, no sé si podría amar.

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