La sonrisa que mira
La mirada que ríe
Los oídos que huelen
Y la nariz que escucha
Las manos que no amarran
Los pies que dibujan sobre paredes de adobe
Los pulmones que juegan al enfermero
Y el corazón que tararea boleros
La sonrisa se quedó ciega
La mirada ahora llora
Los oídos, hablan sin parar
Y la nariz se descostilla de risa
Las carcajadas tienen hambre
La boca sed, y nadie escucha.
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